Cuando nos llegan las cuentas para pagar de los Bancos, decimos ¿Por qué nos endeudamos tanto?, ¿Por qué usamos todas las tarjetas?, ¿Por qué compré esto, si no lo uso?, ¿Por qué soy tan despilfarrador?, ¿Por qué no puedo ahorrar?, ¿Por qué todo lo que gano lo gasto?, ¿Por qué?...

Mi estimado amigo, amiga, la culpa no es de usted, la obligación sí, pero la culpa no, ¿por qué no es su culpa?, simplemente porqué Ud. No ha sido educado para utilizar determinados productos bancarios, como son las tarjetas de crédito y los préstamos en general. Es como si le entregaran una pistola en sus manos, el hecho que tenga licencia de portar armas no le asegura que la usará con propiedad, y sin querer puede causar mucho daño.

En el caso de los productos bancarios señalados es casi lo mismo, el hecho que tenga un DNI o documento de identidad por ser mayor de edad, no le asegura que dará buen uso de ellos.

Así como cuando Ud. Tiene un arma en sus manos se siente poderoso, el tener una tarjeta de crédito o un crédito o préstamo aprobado le hace sentir igual, poderoso, pero la realidad es distinta, ya que no le debe hacer mal uso porque se perjudicaría.

La culpa de su sobre endeudamiento es  básicamente de los Bancos y empresas financieras, en general, que se dedican prácticamente a “regalar” las tarjetas y los créditos con tal de atraparlo a usted y a un “N” número de personas como clientes.

Se puede decir que estas entidades financieras lucran con su necesidad, con su ilusión, con su dolor, con su pesar, porque solo desean tener beneficios sin considerar cuanto le pueden perjudicar.

Debido al exceso de capital que tienen las empresas financieras por los ahorros de sus clientes, aunado al ínfimo interés que pagan por ellos y con el alto interés que cobran por un dinero que no les pertenece, tienen que colocarlo en las manos de terceros para que se reproduzca lo antes posible, es por ello que los Bancos, mediante sus respectivas áreas de Riesgos, determinan la factibilidad de colocar dicho capital en manos de nuevos usuarios, bajan las barreras existentes para hacer más fácil su acceso a ellos y ofrecerlos en muchos casos con requisitos mínimos como son solo el DNI y para aumentar la línea de crédito la Boleta de Pagos.

Es por ello que sin saber cómo ni cuándo te llenaste de tarjetas y prestamos, todo ello aunado y la publicidad de consumismo que existe es avasalladora, en la cual todo se paga con tarjetas de crédito y con la obtención de préstamos, hacen que veas, percibas y vivas una realidad equivocada, tergiversada, que lo único que hace es perjudicarte cada vez más, en beneficio de dichas empresas y entidades.

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Cel. 937415428. Dr. Manuel M. Ruiz